En esta nueva edición de Plataforma Fotógrafos queremos mostrarles al desacado arquitecto y fotógrafo catalán Adrià Goula, quien ha fotografiado miles de obras arquitectónicas de renombre que llenan las páginas de famosas publicaciones y libros de arquitectura.La lista de las publicaciones para las cuales Goula aporta es inmensa, por lo que destacamos algunas conocidas como Domus, Mark, Casabella, Plot, para que puedan cuantificar la importancia de este fotógrafo dentro del rubro editorial.
A continuación te dejamos con una entrevista y una selección de las mejores fotografías por el mismo Adrià Goula.
1. ¿Eres arquitecto?
Sí, obtuve mi título en la Escuela Técnica de Arquitectura de Barcelona en junio del 2000. También hice un posgrado con el que obtuve un Diploma de Estudios Avanzados en 2008.
2. ¿Cuándo y cómo empezaste a fotografiar arquitectura?
Empecé durante la carrera. Se me planteaban problemas de tipo práctico como representar edificios o espacios en los que teníamos que intervenir. También, los viajes eran momentos en los que cada vez hacia mas fotos, sobretodo de la arquitectura que íbamos a visitar. Finalmente llevaba bastantes años haciendo fotos, había montado un laboratorio en casa y cada vez pasaba más tiempo dedicado a la fotografía. Creo que el hecho de que no tuviera que rendir cuentas de ello a nadie (de lo que me examinaba era de arquitectura, no de fotografía!) me permitió ir evolucionando sin prisas pero de forma segura. Una vez terminada la universidad me apunté para hacer un curso de fotografía de arquitectura. Sobretodo para comprobar que no tenía lagunas importantes y poder manipular una cámara de placas antes de comprármela. No terminé el curso… Al cabo de poco estaba trabajando como arquitecto en París, en el despacho de Yves Lion. Por una serie de circunstancias apareció la oportunidad de ir a fotografiar la embajada de Francia en Beirut. Me compré la cámara de placas y me enviaron una semana a Beirut. La experiencia no dejó lugar a dudas: aquello me encantó y además el proyecto ganó l’Equerre d’Argent de Francia y fue ampliamente publicado. A partir de aquel momento combiné mi trabajo de arquitecto con el de fotógrafo profesional. Actualmente ya sólo me dedico a la fotografía.
3. ¿Por qué te gusta la fotografía de arquitectura?
Creo que he encontrado en la fotografía mi manera de ser arquitecto. Sigo ligado al mundo de la arquitectura, pero ejerciendo de una manera que me resulta muy gratificante: ver constantemente nueva arquitectura en vivo, pasar el día al aire libre delante de una obra para ir viendo como evoluciona la luz e ir descubriendo sus cualidades, viajar, compartir con los arquitectos sus retos y dudas, ver como mis amigos de carrera evolucionan y cada vez construyen proyectos más interesantes, poder conocer arquitectos de renombre y entender en profundidad su obra y tener la oportunidad de interpretarla con mis fotos… Estar en el límite en el que se confunde el trabajo profesional con el más personal, me permite encarar cada proyecto como una nueva oportunidad. Sabiendo lo complicado que es hacer arquitectura, poder colaborar con mis fotografías a que ésta sea difundida, reconocida y valorada.
4. Arquitecto favorito.
Hay muchos arquitectos que me gustan y valoro, pero hay uno con el que estoy especialmente unido emocionalmente: Enric Miralles. Tuve la suerte de tenerlo como profesor en la escuela y al mismo tiempo trabajar con él. Fue una experiencia determinante en mi trayectoria. Comprendí que hay muchas maneras de hacer arquitectura, que la arquitectura puede abarcar muchos aspectos de la vida, que es casi una manera de entender las cosas. Creo que todo lo que hago está de una forma u otra relacionado con lo que él me enseñó.
5. Obra favorita.
Del mismo Enric Miralles. El Cementerio de Igualada es una de las obras que más me gustan. Una obra entre la arquitectura y el paisajismo, de la que los propios planos ya son una obra de arte. La adecuación al lugar, la forma de sumergirse lentamente en el territorio, la relación entre los diferentes niveles, las circulaciones a través de los nichos, la potencia de la materialidad del conjunto, los trabajos gráficos que generan las series de elementos prefabricados, una iglesia que está sin terminar y que deja los elementos de hormigón a medio camino entre una arquitectura romántica medio confundida con la vegetación y una escultura de grandes dimensiones en el paisaje…
Todo ello reforzado por el peso emocional que supone poder visitar allí su tumba.
6. ¿Cómo trabajas?
Primero pido al arquitecto que me envíe información sobre la obra; algunos planos y fotos para que pueda hacerme una idea del proyecto. A veces si está cerca, incluso hago una visita previa. Normalmente me tomo un día entero para fotografiar cada obra. Necesito estar allí desde la mañana hasta que se va el sol. Poder ver como evolucionan las luces primero naturales y después artificiales para sacar lo mejor de cada situación. A la vez este tiempo es el que me permite ir descubriendo poco a poco la arquitectura y los buenos puntos de vista. A lo largo del día hago todas las fotos que me parecen interesantes. Una vez en el estudio se seleccionan las mejores tomas y se tratan digitalmente. Una vez terminado el reportaje hay un trabajo muy importante de comunicación del proyecto para que se publique y sea difundido al máximo posible.
7. ¿Qué equipos y software usas?
Al principio trabajaba con cámara de placas: una Sinar F2 con un chasis 6x12cm y un 65mm, un 90mm y un 150mm, y también, con una Cambo Wide con el 65mm.
Desde hace unos años trabajo con cámara digital. Utilizo Canon: la 1Ds Mark II y la 5D Mark II con objetivos descentrables (17mmTS, 24mmTS, 45mmTS y 90mmTS). La posproducción la hacemos con Photoshop.